Enfrentarse a un divorcio contencioso es una de las experiencias más estresantes que puede vivir una persona. Cada semana recibo decenas de consultas de potenciales clientes desesperados, buscando una solución inmediata a su ruptura matrimonial. Sin embargo, por qué rechazamos el 40% de casos de divorcio contencioso que nos llegan es una cuestión que merece explicación. Como abogado especializado en derecho de familia, he desarrollado criterios específicos para determinar qué casos puedo defender con garantías y cuáles no. Te aseguro que existe un camino legal adecuado para cada situación, pero no siempre soy yo quien debe guiarte en él. En este artículo te explicaré los motivos profesionales y éticos detrás de esta decisión.
Los criterios fundamentales para rechazar casos de divorcio contencioso
Cuando analizamos por qué nuestra firma declina aceptar ciertos procedimientos matrimoniales conflictivos, debemos entender que no todos los casos pueden abordarse de la misma manera. Tras más de 15 años dedicado exclusivamente al derecho de familia, he identificado patrones que me permiten reconocer cuándo un divorcio contencioso tiene posibilidades de resolverse favorablemente y cuándo no.
Entre los criterios más relevantes que evaluamos están:
- Expectativas irreales del cliente sobre los resultados del proceso
- La viabilidad jurídica de las pretensiones planteadas
- El nivel de conflicto entre las partes y su disposición real a negociar
- La existencia de documentación y pruebas que sustenten las peticiones
- La presencia de violencia o situaciones de alto riesgo que requieran intervención especializada
En mi experiencia profesional, he comprobado que aceptar casos donde estos factores no están alineados solo prolonga el sufrimiento de todas las partes implicadas, especialmente de los menores.
Expectativas irreales: principal motivo por el que rechazamos divorcios contenciosos
Aproximadamente un 25% de los casos que no aceptamos se debe a que el potencial cliente tiene expectativas completamente alejadas de la realidad jurídica. Has escuchado el caso de un amigo que consiguió la custodia exclusiva o una pensión extraordinaria, y esperas exactamente el mismo resultado sin considerar que las circunstancias son diferentes.
Algunos ejemplos frecuentes de expectativas irreales son:
- Pretender la custodia exclusiva sin motivos objetivos que justifiquen la limitación de derechos del otro progenitor
- Buscar compensaciones económicas desproporcionadas respecto al patrimonio real del matrimonio
- Querer utilizar el proceso judicial como herramienta de venganza personal
- Esperar resultados inmediatos en procedimientos que por su naturaleza son prolongados
Aquí es donde la mayoría comete errores graves. Como abogado especializado en derecho de familia, mi deber es ser honesto: si tus expectativas no tienen base legal, prefiero rechazar el caso antes que alimentar falsas esperanzas que solo te llevarán a mayor frustración y gastos innecesarios.
La falta de documentación y pruebas: otro 15% de los casos rechazados
¿Qué documentación es imprescindible?
Otro motivo importante por el que no aceptamos determinados procesos de divorcio conflictivo es la ausencia de documentación que respalde las pretensiones. Has acudido a la primera consulta sin ningún tipo de documentación relevante, o pretendes que basemos toda la estrategia en testimonios sin respaldo documental.
Para poder defender con garantías un caso de divorcio contencioso necesitamos:
- Documentación económica completa (nóminas, declaraciones fiscales, extractos bancarios)
- Pruebas objetivas de las situaciones que se alegan (informes médicos, psicológicos, comunicaciones)
- Historial de la relación con los hijos (participación en su educación, cuidados, rutinas)
- Evidencias de incumplimientos previos si los hubiera
Cuando el cliente no puede aportar esta documentación o se niega a hacerlo por considerar que «su palabra debería ser suficiente», nos vemos obligados a rechazar el caso. El juzgado valorará pruebas objetivas, no meras manifestaciones sin respaldo.
Casos con elevado componente de venganza: un 10% de los rechazos
Resulta comprensible que tras una ruptura dolorosa surjan sentimientos negativos hacia la expareja. Sin embargo, cuando el principal motor del divorcio contencioso es el deseo de venganza, me veo obligado a declinar la representación.
¿Sabías que los procesos motivados por la venganza suelen ser los más largos, costosos y perjudiciales para todos los implicados, especialmente para los hijos? Los tribunales detectan rápidamente cuando una parte actúa desde el rencor y no desde la protección de derechos legítimos.
Señales de que la venganza es el motor principal
Identifico este tipo de casos cuando el potencial cliente:
- Dedica más tiempo a hablar de lo que quiere «quitarle» al otro que de sus propios derechos
- Expresa abiertamente su deseo de «arruinar» a la otra parte
- Plantea utilizar a los hijos como herramienta de presión
- Rechaza cualquier propuesta de negociación, por razonable que sea
Desde mi ética profesional, no puedo participar en procedimientos cuyo objetivo principal sea dañar a la otra parte, en lugar de buscar una solución justa conforme a derecho.
La inviabilidad jurídica: cuando las pretensiones no tienen base legal
Aproximadamente un 20% de los casos de divorcio contencioso que rechazamos se debe a que las pretensiones carecen de base legal sólida. El Código Civil y la jurisprudencia establecen criterios claros sobre cuestiones como:
- La atribución de la custodia (compartida o exclusiva)
- El establecimiento de pensiones alimenticias
- La liquidación del régimen económico matrimonial
- El uso de la vivienda familiar
Cuando las pretensiones del cliente contradicen frontalmente estos criterios, aceptar el caso sería conducirle a un fracaso seguro con el consiguiente coste emocional y económico.
Como abogado especialista en derecho de familia, suelo advertir que los tribunales aplican criterios cada vez más objetivos en sus resoluciones. Por ejemplo, la custodia compartida se ha convertido en la opción preferente en muchas Comunidades Autónomas, salvo que existan motivos objetivos para denegarla.
Clientes que han cambiado repetidamente de abogado: una señal de alerta
El patrón del «coleccionista de abogados»
Otro factor que nos lleva a rechazar aproximadamente un 5% de los casos contenciosos es identificar lo que denominamos el «síndrome del coleccionista de abogados». Se trata de potenciales clientes que han consultado ya con 3, 4 o más letrados, y todos les han dado la misma opinión profesional que no quieren aceptar.
Estos clientes suelen:
- Ocultar inicialmente que han consultado con otros profesionales
- Expresar que los anteriores abogados «no entendían su caso»
- Buscar exclusivamente a alguien que confirme sus expectativas, por irreales que sean
- Rechazar cualquier análisis objetivo de su situación
Veamos cómo enfocar esta fase para no perjudicar al menor… Cuando detecto este patrón, prefiero ser honesto y explicar que si varios profesionales han coincidido en su valoración, probablemente sea porque existe una realidad jurídica que el cliente debe aceptar.
Casos que requieren otro tipo de intervención previa al proceso judicial
En ocasiones, rechazamos casos de divorcio altamente conflictivos no porque no tengan solución, sino porque requieren otro tipo de intervención previa al proceso judicial. Aproximadamente un 10% de los casos que no aceptamos entran en esta categoría.
Situaciones que suelen requerir intervención previa:
- Conflictos donde existe una clara necesidad de mediación familiar
- Casos con problemas psicológicos no tratados en alguna de las partes
- Situaciones donde la violencia requiere intervención especializada
- Conflictos donde los menores presentan síndrome de alienación parental
En estos casos, recomiendo primero acudir a los profesionales adecuados (mediadores, psicólogos, terapeutas familiares) antes de iniciar un procedimiento judicial que, sin esa intervención previa, podría resultar contraproducente.
La importancia de la honestidad profesional en los divorcios contenciosos
Cuando analizamos por qué rechazamos determinados casos de divorcio contencioso, debemos entender que la honestidad profesional es un valor fundamental. Prefiero perder un cliente potencial diciéndole la verdad, que ganar un caso alimentando falsas expectativas.
Esta honestidad implica:
- Explicar claramente las posibilidades reales del caso
- Advertir sobre los costes emocionales y económicos del proceso
- Proponer alternativas cuando el litigio no es la mejor opción
- Reconocer cuando otro profesional podría ser más adecuado para el caso
En mi experiencia, los clientes que valoran esta honestidad inicial son quienes mejor afrontan después el proceso de divorcio, incluso cuando es contencioso.
Preguntas frecuentes sobre el rechazo de casos de divorcio contencioso
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¿Si rechazas mi caso de divorcio contencioso, significa que no tengo ninguna posibilidad?
No necesariamente. Que rechacemos tu caso de divorcio contencioso puede deberse a diversos factores, no solo a su viabilidad jurídica. Quizás otro profesional con diferente especialización o enfoque sea más adecuado para tu situación específica. También es posible que necesites primero trabajar ciertos aspectos (recopilación de pruebas, mediación previa, tratamiento psicológico) antes de iniciar el procedimiento judicial.
¿Por qué me recomiendan intentar un divorcio de mutuo acuerdo cuando mi relación con mi ex es pésima?
Precisamente cuando rechazamos un divorcio contencioso y recomendamos intentar la vía amistosa, lo hacemos porque hemos detectado que, pese al conflicto aparente, existen posibilidades de acuerdo que evitarían un desgaste innecesario. Muchas parejas con relaciones muy deterioradas consiguen, con la mediación adecuada, alcanzar acuerdos parciales que simplifican enormemente el proceso. El divorcio contencioso debe ser siempre el último recurso, no el primero.
¿Qué alternativas tengo si habéis rechazado mi caso de divorcio contencioso?
Si hemos decidido no aceptar tu caso de divorcio conflictivo, generalmente te ofreceremos alternativas como:
- Acudir a un servicio de mediación familiar para intentar alcanzar acuerdos parciales
- Recopilar documentación adicional que pueda fortalecer tu posición
- Trabajar primero ciertos aspectos personales que puedan estar interfiriendo
- Consultar con otro profesional especializado en tu situación específica
- Replantear tus objetivos para hacerlos más acordes a la realidad jurídica
Recuerda que nuestro objetivo no es dejarte sin opciones, sino orientarte hacia el camino que consideramos más beneficioso para ti y tu familia.
Conclusión: La ética profesional como guía en los divorcios contenciosos
A lo largo de este artículo hemos analizado por qué rechazamos el 40% de casos de divorcio contencioso que nos llegan. Esta decisión, lejos de ser arbitraria, responde a criterios profesionales y éticos desarrollados tras años de experiencia en derecho de familia.
Como abogado especializado en divorcios y custodias, mi compromiso principal es con la justicia y el bienestar de todas las partes implicadas, especialmente los menores. A veces, este compromiso implica la difícil decisión de rechazar casos que no cumplen con los criterios necesarios para ser defendidos con garantías.
Si estás atravesando un proceso de ruptura, te animo a buscar asesoramiento profesional honesto, que te ayude a entender tus derechos y obligaciones reales, más allá de lo que te gustaría conseguir. Un buen abogado de familia no es quien te promete imposibles, sino quien te guía hacia la mejor solución posible dentro del marco legal existente.


